Apaga pero también enciende

Aquí estoy de nuevo, vivito y coleando... Vengo con el cuento de siempre, el que muchos ya saben y otros tantos desconocen, ese que siempre justifica mi pérdida pero que me hace volver para leerles y contarles,el típico; no tuve tiempo para actualizar, la imaginación se fue y no ha vuelto, y un largo etcétera que no vale la pena mencionar. Hoy les escribo contándoles lo que ha sido de mi vida desde un tiempo(ya determinado y no específicado) para acá, porque no es justo que venga sólo cuando necesite desahogarme y perder el contacto cuando no lo crea conveniente.

Entre tareas, discursos y muchas cosas más correspondientes al inicio de las actividades escolares he sobrevivido las dos últimas semanas. Nuevas caras conocidas; unas agradables para mi otras un poco incompatibles con el esteriotipo de persona con que me hubiera gustado estudiar este año, una nueva organización; reorganizar todo lo que corresoponde a tiempo libre, de ocio y de obligaciones, entre otras cosas, forman parte de lo que  pienso que pueden ser aspecto un poco difíciles de mejorar, en primer plano adaptarme a las personas con las que compartiré gran parte del día este año y por otro lado aclarar y concretar el tiempo que dispongo para realizar cada actividad.

Una de las cosas que deseo para este nuevo año escolar es poder llenar el vacío que dejó en mi la separación que ocurrió cuando dividieron de manera brusca al grupo, al gran grupo que estuvo conformado por mis compañeros del año pasado y yo. Nunca pensé que unos desconocidos pudieran hacer que hoy esté triste por haber sido alejado de grandes personas, con una calidad humana indescriptible, algunos con defectos que chocaban totalmente con mi personalidad pero que hicieron que día a día fuera comprendiendo el valor de la adaptación, porque me hicieron ver que si es un valor y muy grande.

En lo personal... Me encuentro bien, ya saben como es todo, a veces bien a veces no tan bien, pero al final ponemos en una balanza a ver que plazo de tiempo estamos bien y cuando estamos mal, y obviamente más son las ocasiones en que podemos disfrutar y sentirnos bien.

La luz se apaga pero también enciende, a menos que el bombillo esté quemado... Estuve alejado, pero aquí estoy, writing, compartiendo y contando, que tanto nos favorece.

Les saludo con el mismo cariño de siempre, deseando lo mejor para ustedes y esperando que logren lo que quieran. ¡Gracias por estar!